El puente romano de Cangas de Onís es hoy símbolo del Principado y de él cuelga una réplica de la emblemática Cruz de la Victoria. Construido sobre una antigua calzada romana que comunicaba los pueblos astures y cántabros se yergue el magnífico Puente Romano de Cangas de Onís. Esta población asturiana, puerta de los Picos de Europa y antigua capital del Reino de Asturias es hoy una coqueta villa rodeada de naturaleza.

 

  Labrado en piedra, el puente romano, también conocido como Puente Vieyu o Puentón, se ha convertido con el paso de los años en uno de los símbolos representativos de la comunidad. Único puente de piedra que salvaba el Sella, declarado monumento histórico artístico en 1931, es en realidad un puente de la Edad Media, construido sobre un antiguo puente romano. Formado por cinco arcos, tres de ellos apuntados, y en el centro destaca una réplica de la Cruz de la Victoria, símbolo del Principado por ser la insignia que Pelayo utilizó en la batalla de Covadonga, que supuso el inicio de la Reconquista